domingo, 4 de octubre de 2009

Soberana engullida

¿Qué se puede pensar de un restaurante que sólo abre durante el sábado, el domingo y los asuetos importantes? Puede ser que vendan tanto durante esos días, que sea innecesario abrir el resto de la semana.  O puede ser que los ingredientes se escogen con tanto esmero, y las recetas sean tan amorosamente aplicadas, que no se pueden hacer todos los días.  Algo como esto sucede en el "Mini Comedor" (nombre oficial y completo), ubicado en la 7 calle, 5-81 de Amatitlán.

Es una casa de estas con patio interior, donde hay una pintoresca fuente de piedra coronada por una muy notoria imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa.  

El 15 de Septiembre, el asueto de mayor importancia, pude visitar este lugar y darme una comida a la altura de la celebración de la independencia.  Esta es la lista de los platillos que probé:

Gallo en chicha Tiras en salsa verde Salpicón Pacayas envueltas

Lengua envuelta Frijoles volteados Hilachas Mojarra frita

Tortilla con pierna Carne adobada Molletes Mazapán

Esta soberana comida, la acompañé con un buen fresco de súchiles.   Pero no crean que yo sólo me comí todo esto.  Éramos cuatro comensales a la mesa, y comiendo todo esto, junto con bebidas ¡pagamos un total de Q315!

Para quien no desee quedarse en el local, hay un amplio mostrador que da a la calle, donde se despacha la comida para llevar.  Como la demanda es tanta, quienes llegan temprano son los únicos que encuentran toda la variedad de platillos.  

El gallo estaba tan suave y aromático que bien pudo haber sido otro tipo de ave.  Si no fuera por que las piezas no eran suficientemente grandes, hubiera pensado que era pavo.  La salsa fermentada no sólo envolvía cuidadosamente la carne, sino dejaba sentir vapores en el paladar, que acentuaban la combinación de aromas, de manera más familiar de como lo haría un vino.  La experiencia fue tan intensa que podía sentir el triptófano invadiendo mis neuronas.

El punto de cocimiento y la calidad de las tiras de panza era inmejorable.  La salsa verde era más bien modesta, en el sentido de que no tenía una complejidad particular, pero estaba muy buena, un fondo perfecto para la panza.  

A la mojarra la escogimos de entre la selección que nos presentó la mesera en una palangana plástica.  Cuando nos la pasaron ya frita, pude verificar en la gelatina de los ojos y la cabeza, la fantástica frescura del pescado.  

Las hilachas estaban hechas al mejor estilo de la comida casera más auténtica y tradicional, con carne de excelente calidad y una salsa a base de tomate aromatizada con pimientos.  

Las frituras estaban en su punto.  La lengua jugosa y las pacayas crocantes, con su sutil amargor, eran un festival envuelto en una tortilla.  La carne adobada, en su característica pasta de achiote, era intensa, al contrario de la pierna que me pareció que podía estar mejor aromatizada.  

Los frijoles volteados estuvieron sorprendentemente malos.  Salados y aceitosos, sugerían que no eran totalmente frescos.  Normalmente, quien tiene talento y práctica para la comida tradicional guatemalteca hace unos frijoles volteados que son exquisitos.  Pues este no fue el caso.  Los molletes tampoco estaban buenos, tenían un aire comercial, como de supermercado, sin la dedicación que se podía sentir en los otros platillos.

El toque final fue el mazapán.  Una pasta suave, con lejano aroma a almendras, me dio la paz suficiente para reflexionar sobre aquel sabio dicho que dice "atásquese, que hay lodo".  Vaya si no me quedé atascado.

El "Mini Comedor" es una auténtica y destacada fonda, que por abrir sólo los fines de semana nos fuerza a celebrar con nuestros seres queridos una identidad gastronómica, tan generosa y suculenta, como la más tradicional y secretamente guardada receta de la abuela.   Calificación: cuatro lenguas :P :P :P :P  

4 comentarios:

  1. Que interesante eso de abrir solo fines de semana. Ya hay un restaurante de comida típica casera para tomar en cuenta. Interesante que la comida también sea para llevar, no se imagina usted Sr. Gourmet lo que quisiera encontrar un lugar donde comprar comida para llevar de vez en cuando y que no sean fast food o comida grasosa o panes de hule. Un lugar por ejemplo que tuviera cosas como falafel o alguna otra cosa diferente. Me encanta cocinar pero hay momentos en que no tengo el tiempo y tampoco el tiempo de ir a comer a un lugar.
    saludos

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  2. Hola zigzaga, este lugar queda en Amatitlán, por lo que tal vez no sea muy accesible para comprar de pasadita. El lugar que yo he encontrado aceptable para comprar platillos atractivos y rápidos para llevar es Délica. Frecuento el que está en Condado Concepción, allí tienen a veces falafel, unas mozzarellas frescas muy buenas, hummus, etc., tal vez le guste!

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  3. Gracias Sr. Gourmet.
    Alli es donde recurro cuando estoy a la carrera y ya no tengo tiempo de cocinar. Los jamones son los mas frescos y duran bien pero los he sentido algo salados y aprovecho si tiene tiempo a que me explique un poco porque casi la mayoria de los jamones, en general son salados. Un prochuto o un serrano lo entiendo porque es un jamón seco pero los otros???
    Alli he comprado un Hummus muy bueno pero falafel no he visto,. Yo voy al de zona 14 porque vivo muy lejos de Condado.
    En fin conseguí por si a alguien le interesa un excelente falafel en un lugar israelita en lo que queda de Gourmet center ( Lo venden congelado solo para freirlo rapido y esta muy bueno, lo recomiendo si a alguien le da antojo. (no recuerdo el nombre pero solo hay 1 lugar que lo vende, lo demas ya son jpyerias, salon de belleza, un lugar al que antes uno solia ir mucho porque alli encontrabamos desde verduras, un mini super, estaba Delica pero ahora es una decadencia ).

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  4. Es desconcertante ver cómo Gourmet Center va dejando de serlo, no? Joyerías en lugar de abarroterías, qué extraño. En cuanto a los embutidos que no son secos, pues no conozco bien el proceso, pero el sodio, el glutamato monosódico y otros químicos son de uso abundante en los embutidos por que acentúan el sabor y prolongan la vida de la comida.

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