Ubicado en la 12 calle 3-46 zona 10, teléfonos 23319866, 23603075
Ubicado justo en frente de Fontabella, este lugar tiene, como bien lo indica su nombre, una estructura que evoca un faro, lo que permite que por dentro el cielo sea de unos 10 metros de alto, muy agradable, amplio e iluminado. El parqueo, aunque reducido, es gratis, un punto a favor. El bocadillo de cortesía fue un fumé de mariscos: un exquisito consomé, que con unas gotas de limón resulta insuperable. No es frecuente que escriba mucho sobre las bebidas, pero la que me sirvieron aquí fue impresionante. Pedí un red eye, también llamado "michelada" pero con jugo de tomate. No sé cuál será el truco del bar tender, pero es el mejor red eye que he probado. El jugo de tomate no dominaba totalmente, sino era un toque sutil y perfecto. Notas de pimienta, limón súper fresco y alguna gota de picante, complementaban esta bebida, inmejorable acompañante de un almuerzo de mariscos.
De plato fuerte pedí un lenguado con hierbas y aceite de oliva, llamado en el menú "Sole hierbas finas". Como el pescado estaba tardando un poco, el mesero, muy eficiente, cortés y con iniciativa, tuvo el atino de ofrecerme más consomé de mariscos, lo que acepté gustosamente. Por fin llegó mi lenguado bajo una vistosa cubierta de perejil y tomillo picados. El lenguado tiene la inigualable característica de tener los dos ojos de un mismo lado, lo que me permite comerlos sin tener que voltear todo el animal. Como he comentado anteriormente, los ojos son lo primero que me como de un pescado, pues indican la frescura del mismo. Este no estaba recién salido del océano, que digamos. Sin embargo, el sabor estaba bastante bien. Las guarniciones fueron papas al horno y vegetales. Por cierto, el agua pura también es gratis.
Las papas estaban aún menos frescas que el pescado, y los vegetales estaban salteados, más bien simples. De postre pedí unas peras en salsa de caramelo. Si bien estaban presentadas de una manera interesante (en una copa cónica y con una espesa salsa color kaki) las peras no me gustaron para nada. La salsa evocaba algún licor con buena intención, tal vez baileys. El resultado, lamentablemente, no me convenció en lo absoluto.
De manera inusitada me encontré en Light House con tres elementos verdaderamente sobresalientes: el fumé, el red eye y el servicio; acompañado de uno aceptable (el lenguado) y dos que no fueron de mi agrado (el postre y las papas). En un balance más positivo que negativo, le doy a Light House la calificación de tres lenguas y media :P :P :P :p