Ubicado frente a la playa en Champerico, Retalhuleu
Desde los tiempos en que existía “El Lonchito”, un comedor al que finalmente se lo llevó el mar, dicen, donde probé por primera vez esos curiosos crustáceos “chiquirnes”, que no visitaba Champerico. Yo recuerdo a El Lonchito más bien como una cantina destartalada, con rokola de pocos discos, bastante diferente a los numerosos ranchos-restaurantes que se encuentran hoy a la orilla de esa playa, incluyendo “El Lonchito 2”.
Después de superar las insistentes recomendaciones de lugareños que se acercan a tocar los vidrios de los autos para guiarlos al negocio que les recompensa, llegué al Rancho “Don Rami” donde me acomodé a tomar la bebida que a orilla de nuestras tropicales playas es simplemente mágica: una indescriptible cerveza fría.
Sombra en el parqueo, brisa en el comedor, fuego en la cocina, y amabilidad en el servicio, hacen olvidar instantáneamente el estrés de la ciudad, y la poca comodidad del mobiliario plástico. Las bebidas son acompañadas por gratuitos bocadillos de “jamón de pescado” un curioso prensado frío de carne de pescado y hierbas, de poco atractivo si me preguntan a mí, pero que con un toque de limón fresco, salsa inglesa, ketchup y picante, salta a la vida como un bocadillo aceptable.
Después de un par de horas de disfrutar la brisa, la bebida y el jamón de pescado, me decidí por ordenar un caldo de mariscos, el más barato, pues los hay desde Q45 hasta de más de Q200. Con una jaiba, un pescado entero y numerosos camaroncitos, me disfruté el caldo, que tenía esa típica y fuerte influencia de tomate y cilantro, que se complementa muy bien con limón fresco. Tomé entonces una naranjada con soda, que más bien era una suave granizada de jugo de naranja (o naranjada frozen si cabe el término), que me sirvió a modo de postre y punto final.
Después de ese apacible medio día, salí de Champerico, esta vez con ganas de no tomarme 20 años para regresar. Con gusto le doy al Rancho “Don Rami” la calificación de tres lenguas :P :P :P
Tomare en cuenta su recomendacion cuando alfin mis papas decidan llevarme a conocer champerico. Pero ahora tome la mia solo que de sol playa y arena vayamonos al frio la niebla y humedad de xela! se antoja caldito de gallina no? calorcito de hogar un bueen pedazo de gallina frita eso fue una de las muchas cosas buenas que encontre en Utz-Hua al entrar un pequeño y pintorezco comedor arreglado con muy buen gusto nada pretencioso como haber llegado a la casa de la tía una sencacion asi se percibe al llegar pues te atienden en esa manera menus con carne ensalada acompañamiento un consome y refresco natural a un muy buen precio entre Q.25 y Q.30 una comida bien preparada sazon casera tamalitos blancos en lugar de tortilla y al final la cortecia mas original cafecito y champurradas habra algo mejor para termniar una rica comida que chopeando una enorme champurrada en un cafecito caliente en ese frio de xela. Debo admitir que la mayor sorpresa fue cuando mis papas repararon que en ese lugar 19 años antes habian estado para su luna de miel y que los dueños no se quedaron con el exito de ese singular lugar y decidieron expanderse es por eso que a los alrededores del centro historico de xela es comun ver en uno o mas lugares el logo de Utz hua que yo lo resumo como el restaurante donde he estado pues para una fanatica del caldo de gallina estuvo buenisimo ha! olvidava mencionar que a finales de junio en xela me sorprendieron com mi fresco favorito de mango!!
ResponderEliminarMuy buen dia, estoy muy entusiasmado con el restaurante FISH, estoy esperando la oportunidad de ir con mi familia. Por cierto, me viene a la mente mi ultima visita a un restaurante de mariscos, la cual fue un total FIASCO. Visite el restaurante LA MAREA, ubicado en carretera a el salvador, desde el gusano en la ensalada hasta el pescado congelado, pasando por el tipico bistec servido en el mar y tierra, sin mencionar el mediocre servicio y los ridiculamente altos precios, alguien deberia de clausurar este restaurante. NO LO RECOMIENDO.
ResponderEliminarLonchito (Q.E.P.D) falleció hace un par de años ya. Se bebió el puesto. Su reseña me hizo recordar tiempos lejanos cuando le comprábamos cervezas frías a Lonchito, y tengo la misma imagen que usted relata en su reseña, agregando las hamacas colgadas de poste a poste del otrora changarrito. Los chiquirines al limón y la briza del mar, más la atención del finado dueño... memorable
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