sábado, 17 de abril de 2010

Restaurante Mongolia BBQ

Ubicado en la Avenida Las Américas 2-50 zona 13

La noche le imprime a ciertos lugares una atmósfera de suspenso, de misterio y de extraña sensación de anonimato y privacidad. Así me sentí cuando ingresé al parqueo de Mongolia BBQ un sábado.

La media luz del área de las mesas y la luz fluorescente de la sección del bufé proyectaban sombras sobre los rostros de meseros y comensales, como personajes de una cinematografía de Gordon Willis... como esa escena de El Padrino en la que Luca Brasi entra al bar a entrevistarse con Bruno Tataglia.

A la izquierda está la barra de ensaladas, con una compacta selección de ingredientes dramáticamente convencionales, seguida de un enfriador donde aguardan unos postres que parecen sacados de The Rocky Horror Picture Show, y al fondo, los ingredientes para la barbacoa. A la derecha, justo en la entrada al área de las mesas, está la gigantesca plancha, que parece más bien una parlama, encerrada en una jaula octogonal de vidrio, donde reposa esperando la comida cruda y fresca que le traerán los clientes.

Un poco confundido sobre cómo funcionaba el sistema, pedí la asistencia de un mesero. Después de su explicación, creo que entendí bien: debo tomar un plato hondo, servirme la carne finamente cortada de res, cordero o cerdo (parece que también ponen pollo, pero esa noche no lo había), seguido de la selección de vegetales, y por último, completar el plato con una media docena de opciones de salsas.

Sin poder superar la impresión surrealista que me dio el lugar, procedí a tomar mi plato, llenarlo a medias con carne de cordero (¿será eso lo que comen los mongoles?) y seguí con los vegetales: berro, canchón, tomates, cebollín picado, cilantro, retoño de soya. Todo aceptablemente fresco y evidentemente saludable. De las salsas, había desde jarabe de azúcar con piña hasta salsa de soya. Recuerdo que me serví de estas dos, más una medida de salsa de ajo.

Llevé el alimento a la jaula de la parlama, donde un cocinero sonriente lo recibió y me dio un numero para poner en mi mesa. Caminé hacia la mesa, sintiendo cómo la luz fluorescente cambiaba por incandescente, discreta, que ilumina con intimidad los tres niveles de distribución de las mesas. Al sentarme me sirvieron un consomé como bocadillo de cortesía. Sin mucho carácter, el consomé se me hizo poco, lo que me motivó a servirme ensalada mientras se cocinaba mi comida.

Como mencionaba, las opciones de ensalada eran convencionales: lechuga, tomates y cebollas, acompañadas de dos opciones de aderezo: vinagreta y mil islas. Junto al bar de ensaladas había arroz frito y si no recuerdo mal, unos fideos también. Nada que valiera la pena.

Regresé a mi mesa, comí la ensalada con unos panecillos rancios, y finalmente me llevaron mi plato de "barbacoa". No me puedo quejar. Era probablemente la comida más saludable que había tenido en un buen tiempo, sin grasa saturada, ni químicos, ni glutamato monosódico. Un sabor aceptable con la influencia verde de cebollín, canchón, cilantro y berro. Debería ingeniármelas para poder comer así todos los días.
Del enfriador de postres saqué piña y sandía gloriosamente frescas y dulces. Evité el pie y la gelatina que parecían inspirados en ciencia ficción. Salí del restaurante sintiéndome ligero y liviano, advertido de que en los lugares más misteriosos se puede encontrar una extraña paz.

Tuve varias decepciones en este restaurante: el arroz, la sopa, el té frío, los panecillos rancios...pero a un precio razonable, conseguí limpiar mi conciencia alimentándome con frutas y verduras, como dicen en la tele que debemos hacer, ¿merece esto que me comporte condescendiente? Estoy seguro que los comensales que, se dice, abarrotan este lugar los domingos a medio día, no son casualidad. Calificación: tres lenguas :P :P :P

12 comentarios:

  1. Tengo algun tiempo de no ir a Mongolia, sin embargo me parece una buena opcion para salir a comer algo rico y saludable. Desde que conoci el lugar hace mas de 12 años me ha gustado siempre, como bien dijo lo unico que vale la pena en es el BBQ, donde se prepara a su gusto, poniendole diferentes salsas y complementos que hacen que siempre sea diferente. Por ejemplo si a ud le gusta la comida un poco dulce le pone la piña, si no le gusta muy salada le pone agua, asi como tambien se le gusta picante le pone la salsa que tiene ahi, hay varias combinaciones que siempre resultan que el plato sea intersante. El pan, la ensalada y los fideos son solo una estrategia para que ud se llene por cual hay que evitarlos porque no valen la pena, como bien lo dijo porque lo que verdaderamente vale la pena en ese lugar es experimentar las carnes y las combinaciones de las salsas con los vegetales a su eleccion. Muy buena reseña

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  2. Definitivamente, anónimo, es una opción saludable, que invita a experimentar!

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  3. Soy un cliente frecuente de Mongolia, visito el lugar desde finales de los 80´s.

    Hay OTRO plato importante en el menú que se llama "La olla de fuego", pero lamentablemente no lo publican ni lo anuncian en su menú (es más, creo que no tienen un menú escrito ).

    Te recomiendo que pidas la olla, es una experiencia de sabores muy distinta, pero te sugiero orderarla con media hora de anticipación y es solo para dos o más personas.

    El "Panito", que no es panito, se llama SAO PIN y me parece que es hecho en casa.

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  4. Muchas gracias, Anónimo, la olla de fuego me suena a Tapin Lou! En cuanto a los Sao Pin, creo que me tocaron unos que no estaban tan frescos...

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  5. ¡Al fin un crítico de comida con sentido del humor y que sabe escribir! Yo no tengo un paladar gourmet ni me gusta cocinar,de hecho como casi cualquier cosa, hasta tomo café de oficina, pero me encanta probar sabores nuevos y exóticos. Tampoco miro los canales de cocina y mi biblioteca culinaria es muy frugal, de hecho me cuesta mucho seguir una receta, pero no por incapaz sino porque la considero una mera sugerencia nada más. En decir, que no podría profundizar una conversación sobre tentempiés, fritangas y cayos a la madrileña. Sin embargo me gusta mucho leer sobre críticas de restaurantes, descripción de comidas, evocaciones personales y que incluyan buena ortografía (aunque no necesariamente buena letra). Y pese a que no invierto mucho tiempo y dinero en comida, me gusta leer y escribir. Me emociona tanto que te quiero recomendar una autora que se llama Ruth Reichl. Ella fue la "editor in chief" de la revista Gourmet y antes de eso, fue la "food critic" del New York Times. Ha escrito varios libros sobre su trabajo, pero el que más me divirtió fue Garlic and Sapphires, sobre los artilugios que utilizó para que no la reconocieran en los restaurantes. También hay otro libro que he disfrutado mucho que se llama Secret Ingredients: The New Yorker Book of Food and Drink. Es una antología de historias, artículos y comentarios publicados previamente en el New Yorker por autores connotados. Advierto, tiene mucho sentido del humor, y del negro. Ojalá que los pudieras degustar, por lo menos alguno de ellos. Valen la pena. Por otro lado, que no se te olvide lavarte los dientes. Salud.

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  6. Ines V: muchas gracias por tu recomendación. Me siento orgulloso de haber iniciado en Guatemala una tendencia, ya seguida por varias personas, de escribir sobre comida más allá de la mera descripción lisonjera, y aunque estamos aún muy lejos de Ruth Reichl, por algo se empieza, ¿no? Un día de estos me conseguiré uno de esos libros!

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  7. Lastima que no revise su blog antes de salir a la calle con antojo Oriental. Termine en un lugar horrible en la zona 9 "Yi-hou". Su descripcion llama la atencion de Mongolia BBQ, sera la proxima. Exitos!

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  8. Yo soy cliente frecuente de mongolia y quiero comentart que el bufet puede ser tan variado como la imaginacion que tengas, diferentes mesclas crean sabores totalmente distintos y vale la pena ir varias veces y experimentar hasta encontrar tu plato predilecto. Por otro lado me sorpendio que no se hiciera mencion de los huevos duros cocidos en salsa de soya (huevos negros que estan a la par de la ensalada)ya que en ningun otro lado he encontrado unos iguales. Por ultimo dejame comentart que la comida, a pesar del nombre, no es oriunda de Mongolia, sino de un region de China, para mas informacion se puede consultar con el dueño ya que el me conto toda la historia pero ya se me olvido.

    P.S: @anonimo, Yi-Hou es un exelente restaurante, solo hay que saber que pedir ya que poseen platos muy exoticos que vale la pena probar, yo recomiendo, el san choi pao; la anguila con clara de huevo; el cha siu, la sopa de cangrejo, entre otros. Pero para pedir lo mismo de siempre (tacos chinos, chaomin, chop suy etc..) mejor comer en un lugar mas barato.

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  10. Recordándome casualmente de BBQ Mongolia lo busque en internet y me apareció esta página. Creí que ya no existía el restaurante, porque desde hace años tenía ganas de visitarlo nuevamente ya que lo frecuentaba hace años, pero en el plato que mencionas la mejor combinación era escoger todas las carnes y vegetales y agregarle todas las salsas que aparecen al final y eso le daba un toque exquisito al plato un sabor inigualable. Te recomiento que lo pruebes algun día y no te arrepentirás de hacerlo ya que con las 2 salsas que escogiste no creo que haya agarrado mu buen sazón el plato. Era muy buen restaurante y ojalá siga igual que después de leer esto de repente voy mañana mismo a visitarlo para que mi novia lo pruebe.

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  11. alguien sabe precios del bufet y horario de mongolia???

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    1. Los horarios no los tengo claros, pero la ultima vez que fui costaba Q69 el bufet mas las bebidas, asi que en general es una opcion bastante barata

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