martes, 27 de abril de 2010

Dos Comidas en Petén

Hotel Maya Internacional, Santa Elena, Flores, Petén

Restaurante Bar La Luna, Calle 30 de Junio, Flores Petén, teléfono 7867 5443

La bruma y el calor de esta época hacen que sintamos un poquito del Petén dondequiera que estemos. Irónicamente, ahora que fui a Petén, hubo una onda de aire frío que más me hacía sentir en el altiplano que la gran planicie tórrida del norte.

Dos comidas llamaron mi atención. No comí nada exótico, pues no sé reconocer las especies protegidas de las consumibles, pero pude probar dos interesantes propuestas en los lugares apuntados arriba.

La primera de ellas fue un plato de spaghetti con salsa de aguacate. En el restaurante del hotel Maya Internacional, con una cautivante vista al lago y una brisa reconfortante, pedí este plato, que presenta unos sencillos fideos coronados con una cremosa salsa color verde claro, que captura las notas del aguacate con una fuerte presencia de ajo. Acompañado de una decente sangría, me sentí satisfecho de haber probado una composición atrevida y provocadora.

En el Restaurante La Luna tuve que resignarme con una bebida de rosa de jamaica porque no sirven sangrías. La isla de Flores ha cambiado mucho desde la última vez que la visité. Se puede ver más colorida y vivaz. La Luna, que se encuentra en esa renovada isla, tiene un carácter bastante pintoresco a la vez que original. Su construcción de madera, sus techos altos y su fusión de elementos decorativos tropicales y exóticos, son deliciosamente magnéticos.

No resisto comentar que, junto con los colegas que me acompañaban, escogimos una mesona de soberbia madera sólida, al lado de una más pequeña ocupada por dos extranjeros que bien hubieran podido pasar por George Carlin y Darío Fo.

Examinando el menú encontré varios platillos interesantes, pero en un esfuerzo por probar algo propio del lugar, pedí un pescado blanco a la plancha. Esa fue la misma elección de la mayoría de mis acompañantes, lo que resulto en una tardada respuesta de la cocina. Afortunadamente nos llevaron un par de platitos con chorizo, copetín y queso en resarcimiento de la larga espera.

Pedí mi pescado menos cocido que el de los demás, y tuve suerte en haberlo hecho pues casi se había pasado del punto. Como lo hago con todos los pescados, empecé a comerlo desde los ojos y el interior de la cabeza, que revelaban una gelatina de convincente frescura. El resto del pescado no estaba mal, pero debo admitir que el pescado blanco, que dicen es originario del lago Petén Itzá, no me pareció una especie particularmente sabrosa. Las guarniciones eran una ensalada de lechuga y tomate con una aromática vinagreta de, si no recuerdo mal, orégano, y arroz precocido. Me disculparán, pero soy incapaz de tenerle aprecio al arroz precocido.

Mi postre consistió en helado de vainilla con salsa caliente de moras. Una composición muy seductora, aunque no muy sofisticada, que me quitó el mal sabor del arroz. En un plato plano se presentan las moras cocidas con azúcar cerrando el paso de una bola de helado de vainilla, el más sensual de los helados. La textura explosiva, con la resistencia que ofrecen las semillitas de esta fruta, a una temperatura que contrasta estimulantemente con el helado, y su vocación ácida que no renuncia a los toques amargos, me dejó un buen sabor para terminar la velada.

Me pregunto cuándo podré volver y comerme una iguana que no sea de una especie protegida. Por una cocina que va en la dirección correcta, a estos platillos les doy con gusto tres lenguas y media :P :P :P :p

8 comentarios:

  1. Felicitaciones Señor Gourmet por el blog, me encanta.

    Precisamente estuve en Flores la Semana anterior y estuve tentada de comer en La Luna. Gracias a su referencia, experimentaré la próxima vez que visite la isla, que resulta cada vez más atractiva.

    Astrid

    ResponderEliminar
  2. ¿Cómo se preparará una salsa de aguacate para spaguetti? Me encantaría probar hacerla. Fabiola

    ResponderEliminar
  3. Hola Gourmet, me encantan sus criticas tan objetivas sobre los lugares, además que me da ideas de los restaurantes a los que puedo ir y me prepara para lo que encontraré, felicidades por el blog, lo leo constantemente, aunque no siempre publique comentarios lo animo a seguir adelante ;)

    ResponderEliminar
  4. Astrid: gracias por su mensaje, creo que vale la pena ir seguido a Flores!

    Fabiola: Muchas gracias también, además de muy sabrosa, supongo que la salsa de aguacate baja el colesterol!

    Regislinda: A sus órdenes, un gusto tenerla entre mis lectores!

    ResponderEliminar
  5. Estimado, semana a semana leo tu blog, creeme que lo disfruto me he convertido en un adicto y espero leer tus comentarios siempre a principios de semana. Supongo que ha de ser porque al igual que tu me encanta comer, saber de nuevas tendencias en la cocina guatemalteca y porque si bien es cierto no soy un chef con altos estudios, si tengo una capacitación menor para serlo pues he tomado los cursos. Mi actividad profesional me ha permitido viajar por el mundo y creo conocer un poco acerca de comidas exóticas y fusiones interesantes, sobre todo del Asia, pues viví cinco años en Corea dandome el gusto de viajar por toda esa región. Te felicito y te animo a seguirnos poniendo al día de lo que se come en Guatemala, ojala y puedas poner tu blog con facebook, pues creo es un medio para recomendarte a mis amigos gourmets de todo el mundo, aunque ya lo he hecho dando la información de tu blog. Saludos

    ResponderEliminar
  6. Estimado anónimo, muchas gracias por tu comentario. Corea debe ser un lugar espectacular, aunque tal vez un poco hostil para la comida, no? Facebook...mmm...algo que vale la pena pensar...

    ResponderEliminar
  7. Recién leí el reportaje que salió publicado en El Periódico.
    Bien puedo llamarle ahora colega, por profesión académica y por el deleitarse en el maravilloso mundo del buen comer,que aunque sale caro ese exquisito gusto es bien recompensado si la comida fue sabrosa.
    Le comento que me encanta el experimentar y probar en entrar en nuevos restaurantes... en unos, pareciera uno entrar a lugares fantasmagóricos, pero con una excelente cocina que uno queda embrujado en llegar nuevamente; pero otros, ingreso a lugares que parecen castillos de cuentos de fábulas y al probar los platillos, es de no regresar.
    En fin, hay mil y una experiencias que sería interesante ponerlas en un lugar y reirnos todos un poco... le dejo la inquietud.
    Como observación, le cuento que me pareció lo descrito ensu visita en el restaurante Mongolia. Le cuento que ese lugar tiene muchos años de estar en Guatemala.... lo que me encanta allí es y por lo que voy: Los huevos duros negros y la combinación de carnes, legumbres y salsas -vertiendo en mi plato todas las salsas- y resulta algo mágico en sabor y olor. Eso si, huyo de los postres y frutas.
    Mi buen amigo, buen provecho y pásele la cuenta a los clientes para seguir visitando e invitarnos a llegar a buenos lugares.

    ResponderEliminar
  8. Anónimo: gracias por el comentario. Cuéntenos de los lugares fantasmagóricos!

    ResponderEliminar