Ubicado en la 4a avenida, 12-59 zona 10, Plaza Fontabella, locales 14 y 15B. Teléfono 23366948.
El día de la madre se pueden encontrar escenas muy cómicas por toda la ciudad. Los restaurantes, especialmente los de carne asada, están llenos a reventar. Parece que a las madres les gusta mucho la carne roja, o al menos eso creen sus hijos. Lo gracioso es que a la hora de la hora las madres en los restaurantes de steak terminan pidiendo pollo.
En las mesas de casi todos los restaurantes se pueden ver cómo los distintos comensales comparten los rasgos físicos de la matriarca agasajada. Hay muchos más niños y ancianos en los restaurantes y el parqueo es insufrible.
Después de recorrer la zona 10, finalmente encontré un lugar lo suficientemente interesante para almorzar. Mis compromisos del día de la madre habían sido cumplidos un día antes, por lo que me encontraba libre para ir a otros lugares que no fueran de carne asada. Así encontré este compacto lugar llamado Clio's. Clío, como ustedes saben, es la musa de la historia y las epopeyas.
El lugar está decorado con un indiscutible buen gusto, recordando la Europa occidental de la primera mitad del siglo XX, un tanto suntuoso para mí, pero excelentemente bien concebido. No tiene evocaciones históricas como para hacerle honor a Clío, pero eso es lo de menos.
Me sentaron en la mejor mesa posible: la que tiene vista directa a la cocina. Podía ver a los meseros haciendo fila para recoger los platos, al chef y sus cocineros colocando los últimos toques a sus creaciones, y presencié algunas indiscreciones de las que generalmente no se enteran los comensales.
El menú está en un pequeño cuaderno de cuero, escrito en francés con explicación en español. Los platos no son exorbitantemente caros y presentan un equilibrio entre carne roja (lomito, cordero) y pescado. El bocadillo de cortesía es pan, que el mesero presenta en cuatro estilos para escoger, y mantequilla, muy bien compuesta con albahaca verde.
Pedí un paté de hígado de pollo y un pargo ahumado. Mientras esperaba entre los almendrones de las lámparas y la guata que forraba las paredes, podía ver los muchos meseros circulando apresuradamente para atender a una clientela bastante exigente. Tanto así que en uno de tantos vaivenes, la hostess se acercó a la cocina para decirle al chef: "de la mesa tal te quieren hablar...dicen que te quieren hacer una recomendación". Tuve que contener mi risa y mi morbo, pues me moría de ganas por saber qué le querían "recomendar" al chef, que bien podría pasar por un skater de 25 años.
Me llevaron primero el pargo ahumado. Una excelente presentación. Tres lonchas de pescado, aún con la piel, atravezadas por unos filamentos dorados, cuyo origen no determiné, sobre un puré de papas y unas hojas de espinaca tierna, todo asentado en una cama de rodajas de remolacha asada muy delgadas. El sabor lo planteaba vigorosamente una "vinagreta de horseradish" como decía el menú. Esta vinagreta, muy similar al wasabe, combinaba muy bien con el resto del plato, pero (lástima que hubo un pero) me parece que arrollaba el aroma del pescado.
El aroma del pescado estaba muy bien logrado, además las lonchas estaban en un excelente punto de cocimiento. Sin embargo, al no haber otros ingredientes que reforzaran ese aroma, la vinagreta de wasabe resultó dominando más de la cuenta. A pesar de esta mácula, el plato era sumamente atractivo y exitoso.
El paté de pollo no era el mejor que he probado, pero estaba bien. Servido sobre un poco (tal vez demasiado poco) de salsa de saúco, acompañado por mostaza dijon y un sutil pepinillo, fue un plato entretenido y agradable.
Pedí de postre un gateaux relleno de mousse de chocolate y merengue de avellanas. Creo que la raíz de gateaux es la misma que la palabra "pastel", pero vaya usted a saber. El punto es que el pastelito de chocolate fue una muy agradable manera de terminar la comida. Firme por fuera, con capas de densidad y consistencia variada, acompañado de una seductora frambuesa y una lámina de fresa, fue una verdadera delicia. Lo acompañé con un té de verbena y hierbas suizas. Ese té lo sirven en una jarrilla francesa para café: una excelente combinación de hierbas.
Bien pude haber preguntado por el chef para felicitarlo, pero cuando regresó de recibir la "recomendación" de otros comensales escuché que dijo claramente "ya no quiero hablar con nadie más".
Ahh, qué le vamos a hacer, un restaurante con un concepto tan exclusivo te traerá clientela que no piensa dos veces en hacer llamar al chef. Gajes del oficio. Calificación: cuatro lenguas y media :P :P :P :P :p
para mi este restaurante fue una grata experiencia, buena reseña! me sentaron en precisamente en la misma mesa, con vista a la cocina..
ResponderEliminarGracias por el comentario. Lo de la mesa con vista a la cocina lo decía con un poco de ironía. Para mí sí es interesante ver cómo se sirven los platos, las carreras de los meseros, escuchar los comentarios de los cocineros, etc. Sin embargo, creo que para el comensal estándar, estar cerca de la cocina es más bien un distractor, y hasta algo de mal gusto, no te parece?
ResponderEliminarLei su articulo, soy una de las clientas frecuentas de clio's... con respecto a las mesas y su ubicacion me imagino que tendra que ver algo con el diseno ya que en una ocacion cuando estaba recien abierto tuve la oportunidad de conocer a la disenadora quien diseno clio's y segun lo que me conto hay un gran estudio y diseno detras del restaurante.
ResponderEliminarPor otro lado me gustaria decirle que me parece una falta de respeto referirse al chef como un skater de 25 anos. Siempre he sido partidiaria que al escribir y decir cualquier comentario hay que tener base y respeto.
Muchas gracias por su comentario. Curioso que usted vea una falta de respeto donde yo veo un cumplido. Ya que pasó por alto los aspectos positivos de mi crítica, la invito a que nos dé sus opiniones sobre el menú y los motivos por lo que frecuenta el lugar. Estoy seguro de que su opinión será tomada muy en cuenta por quienes gustamos de la buena comida.
ResponderEliminarFui a Clio's la semana pasada a un Wine Dinner que me invitaron. Me gusto mucho que en Guatemala esten inovando con menus de degustacion. Hubo Maridaje y habia un Sr. que hiba de mesa en mesa explicando cada vino y el porque de la combinacion de los vinos con sus platos. En fin la comida estuvo fenomenal y la presentacion muy elaborada, sali encantada. Les recomiendo en el futuro ir a algun wine dinner.
ResponderEliminar¡Suena como una experiencia espléndida! ¿Es sólo por invitación o hay un calendario de actividades previamente planificado y abierto al público? Gracias por su mensaje.
ResponderEliminarPor casualidad me topé con su blog y me parece formidable. Soy una "foodie", como dicen los gringos, y siempre había querido leer una crítica inteligente sobre restaurantes en Guatemala. Clio´s es, para mi, uno de los mejores restaurantes a los que he ido en el ultimo año y su reseña me parecio muy acertada. No se si leera esto a tiempo, o si asistio al último wine dinner, pero por si no, el dia de mañana 26 de agosto a partir de las 19:00 horas habra una. Realmente se lo recomiendo, asi como hacer reservacion porque la ultima vez estuvo lleno.
ResponderEliminarPor casualidad me topé con su blog y me parece formidable. Soy una "foodie", como dicen los gringos, y siempre había querido leer una crítica inteligente sobre restaurantes en Guatemala. Clio´s es, para mi, uno de los mejores restaurantes a los que he ido en el ultimo año y su reseña me parecio muy acertada. No se si leera esto a tiempo, o si asistio al último wine dinner, pero por si no, el dia de mañana 26 de agosto a partir de las 19:00 horas habra una. Realmente se lo recomiendo, asi como hacer reservacion porque la ultima vez estuvo lleno.
ResponderEliminar( lo escribi de nuevo, porque dspues de leer su blogg por horas, SOY FAN... jajaja )
Muchas gracias, María por sus mensajes y amables comentarios. Lamentablemente no pude ir al wine dinner, veré si puedo en el futuro ¡recomiende la papila a sus amigos!
ResponderEliminarSi tuviera tiempo, por favor déjenos un mensaje sobre los platillos que le han gustado de Clio's. Muchos saludos.
Para los fans de Clios quiero contarles ya vienen las espectaculares noches de Wine Dinner, segun me entere sera el martes 23 de Febrero, no tengo el link para los que quieren asistir pero si tengo el telefono, es 23366948, hay que reservar ya que seguramente estara buenisimo como siempre!!! que bueno que nuevamente podremos ir a degustar los deliciosos platillos que sirven en Clios! reserven porque la ultima vez estuvo lleno, yo ya no encontre reservacion, para este martes ya la tengo.
ResponderEliminarPara contarles a todos que estuve en el Wine Dinner al cual reservé en Febrero, como siempre espectacular!!!!!!!! buenisimo!!!!! consulté si en Marzo harían Wine Dinner y me indicaron que si! lo haran el 23 de Marzo, vayan reservando porque estuvo lleno este ultimo evento. También me enteré que en esta epoca van a cambiar el menu del restaurante, seguramente nos van a impresionar como siempre con platos diferentes y especiales!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por la información. A ver si ese martes sí puedo asistir, entre semana se me complica tanto...
ResponderEliminarFelicitaciones Gourmand: el mejor cumplido sobre su blog es que había dejado pasar muchos meses sin visitar su sitio, pero hoy llevo varias horas explorando su blog, yendo y viniendo entre las entradas recientes y antiguas, comentarios y referencias! Kudos.
ResponderEliminarEn lo que se refiere a Clio´s: coincido con mucho de lo descrito. Tanto así, que mi primera experiencia-- un día entre semana hace un mes, a medio día, cinco foodies-- fue de las experiencias más agradables. Unas semanas después,quise replicar el placer llevando a mi familia, foodies también, para una celebración familiar un domingo a medio día. Nada que ver. A primera impresión, el ambiente me parecía igual. Sin embargo, me percaté que el joven chef no estaba. En su lugar, una joven. A diferencia del ambiente entre semana, ese domingo había una mesa grande con varios niños. Aunque da gusto ver que las familias optan por disfrutar allí con excelente comida, el lugar no se presta mucho para que los niños se entretengan y la acústica y limitaciones de espacio implica que los demás comensales nos tenemos que acoplar. Bueno, la comida vale la pena, pensamos.
Quisimos disfrutar el bisque de camarón que tanto me había impresionado en la visita anterior. Lo recomendé tanto que lo pedimos los cuatro de entrada, y los cuatro pedimos diferentes platos fuertes. El servicio estuvo atento, de cierta forma, pero la comida se tardó tanto, tanto que el buen humor y relax de un domingo se nos esfumó. Cuando vino el bisque, habiendo pasado por lo menos media hora (ningún amuse bouche o un paté de cortesía para apaciguarnos...más que la focaccia y mantequilla de riguer)sentí que los platos soperos venían a menos de la mitad! o sorpresa, esperar tanto para tan poco. No fue así la primera vez aunque me pareció que el sabor estuvo tan bueno como la primera vez, pero no como para contrarestar la impresión de los cuatro soperos escasamente servidos y muy demorados. Los platos fuertes, todos deliciosos y lindamente presentados, pero de nuevo, esperamos otra media hora para que los sirvieran. Al comentárselo al maitre d´, la explicación fue que los platos para la mesa al fondo (unas 10 o 12 personas) sobrecargó demasiado a la cocina (sería una sous-chef quien tuvo que batírsela sin tanta experiencia?). Ya para terminar, nos sugirieron un sampler de postres para compartir, todo delicioso (una copita de tiramisú, tres mini-mousse y una bombita de chocolate... realmente exquisito) y café.
Lástima que se tardaron tanto, pero tanto en cobrar la cuenta que nos terminamos levantando de la mesa. Ni el café tuvieron la inteligencia de dar de cortesía después de las prolongadas esperas y el escaso bisque. Siento que lo que se vislumbraba como un domingo agradable y sensorial se volvió disgusto y estresante. Yo quería confirmar que había encontrado un lugar en Guatemala como una excelente opción para comer algo delicioso, bien presentado y en un ambiente agradable, pero parece que tendré que seguir estudiando la Papila descubrir lo mejor.
Anónimo, muchas gracias por su elegante y detallado relato. "Gourmet" es sólo un nickname, y hay a quienes les gusta corregirlo, igual me pasa con "hotlawyer12inches". Efectivamente, lo más difícil de lograr en un restaurante es la consistencia en la calidad, la cantidad y el buen servicio. Cuando lo decepcionan a uno, ya no dan ganas de regresar. Cuéntenos si un día de estos decide volver y si Clio's recupera su credibilidad con usted. Es un privilegio para mí poder ser de utilidad para su exquisito gusto!
ResponderEliminarquiero ir!
ResponderEliminarA nuestra familia nos encanta Clios, siempre vamos y siempre tenemos el mismo tipo de servicio y calidad de comida, lo importante aca es saber que uno esta comiendo en un lugar en donde nunca se va a enfermar, creo que debemos de tener consideracion especialmente cuando hay ninos o esta lleno un restaurante, nosotros siempre salimos con nuestros hijos pequenos y los llevamos a Clios para que enriquezcan y conozcan el buen comer y no nos gustaria que algun vecino le disgustase estar al lado nuestro, hay que gozar la vida y no amargarse por cosas que no vale la pena mencionar. Disfruten lo vida y aprovechen que tenemos restaurantes como Clios en Guatemala, es como estar en Paris definitivamente muchas felicidades al dueño. Ellos cada vez estan innovando, no como otros lugares en Guatemala, siempre recibo invitaciones a sus wine dinners y ahora me sorprendieron con invitacion a su brunch mensual. Sigan asi!!! de verdad impresionante, ya llegaremos a degustar la mejor comida francesa.
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