Ubicado en la 17 calle 10-40 zona 10, teléfono 2368-0351
La reputación precede a este lugar por mucho. Y no es ninguna decepción. El comensal es recibido por una entrada muy discreta pero encantadora: un umbral de adobe deteriorado, un muro añoso y llorón, cubierto con una frondosa tapia y después se pasa al jardín donde ya se aprecia el nada discreto concepto del restaurante. El jardín muy bien cuidado que aún combina con la presentación casi en ruinas de la entrada, da paso a una casa que parece estar silenciada con poco color y poco aderezo para que no denuncie tan escandalosamente su contraste con tales ruinas.
Con mucho ingenio Jake's ofrece un "financial stimulus menu" que consiste en agrupar entrada, plato fuerte, postre y café por docientos quetzales, sin propina y con una hora de parqueo. Si me preguntan a mí, un verdadero anzuelo para quienes como yo aspiran a que su presupuesto alcance para comer con lujo más seguido que cuando había prosperidad económica en el mundo.
Mordí el anzuelo. Pedí tal menú no sin antes asegurarme que los tamaños de las porciones serían iguales que los del menú normal. De cortesía sirven pan y mantequilla. Me dieron a elegir entre mantequilla normal y preparada y por supuesto pedí la preparada. Estaba a temperatura ambiente, lo que la hacía ver poco apetitosa y resultar resbalosa al paladar. Con pimientos y ajos era una mejora en comparación con la mantequilla simple que se compra en el súper, pero yo la hubiera preferido fría para una consistencia y presentación más agradable.
Mi entrada fue un crab cake. El mesero me advirtió que era una entrada pequeña, algo que yo no desconocía pero entiendo que la intención fue evitar una decepción. La decepción, sí llegó con el crab cake, no por su tamaño, ni mucho menos por su preparación, sino por su presentación.
Resulta que el crab cake estaba hecho decentemente, pero lo habían asentado sobre una salsa de aguacate y una retícula de ¡CREMA! y por encima también tenía ¡CREMA! Ahhh, inconfundible y desvergonzada, la vulgar retícula de crema parecía mofarse de mí diciendo: "¡y vos pensaste que en un restaurante de lujo no me ibas a encontrar así desnuda e impúdica! ¿no que sólo sobre comida rápida pues? ahora aguantate ¡¡jajaja, jajajajajaja, jajajaajaja!!" Su cómplice, la salsa de guacamol, paliducha y totalmente desencajada con el atractivo bronceado del crab cake, estaba allí, tirada, inmóvil y aburrida, sin tan siquiera quejarse de su cínica jefa, sino resignada a hacerle sus mandados y anunciar su insolencia.
En fin, disfruté como pude el crab cake y pedí mi plato fuerte. Por un momento estuve angustiado al no saber qué pedir entre tan interesantes nombres. Un razonamiento lógico me llevó a decidirme: Robalo Jake's. Si el plato tiene el nombre del lugar, debería ser toda una muestra de las más altas destrezas del chef ¿no?
Me llevaron mi Robalo Jake's y me di cuenta de lo equivocado que estaba. No era una catástrofe ni mucho menos. La salsa a base de crema estaba bien ataviada con mostaza dijon, pimienta verde, y un ligero reflejo lentejueloso que parecía delatar un toque de fond de veau. Así sí es aceptable la crema, bien casada y armonizada con aromas y texturas interesantes. El trozo de pescado estaba acompañado de un cono de arroz que hubiera hecho feliz a mi abuelita: amarillo, suelto y con vegetales, pero a mí me resultó poco original y decepcionante.
Hasta ahora, no estaba convencido de dar una calificación alta a Jake's. Pero justo cuando menos me lo esperaba, apareció al rescate el postre. Reposando sobre una salsa de caramelo y una de dulce de leche (que bien pudo haber sido leche condensada para reforzar la atmósfera de comida rápida) se asentaba el budín de chocolate. Fue una sorpresa total: un budín tipo english bread pudding, caliente y acogedor. Lo probé y fue como sentirme abrazado por un fraile bromista y regordete que quiere convencerte de que eres un buen ladrón y que después de una buena comida y una larga siesta, estarás listo para enfrentar al malvado sheriff de Nottingham.
Con una consistencia excelente y una oscilación de sabores que iba del banano al chocolate y de regreso, el postre fue el héroe de la comida. Hasta me hizo olvidar el sutil olor a creolina que salía de la cocina o del baño...(no me volveré a sentar en la mesa que está cerca del baño).
Creo, sin embargo, que el nombre no es el apropiado. No era lo suficientemente chocolatoso como se podría pensar. Yo preferiría llamarlo "budín inglés de pan" o tal vez sólo "budín inglés". Pues sí, la deliciosa y caliente masa era de pan. Lo confirmé con el mesero, a quien parecía darle vergüenza admitirlo.
Estoy seguro que en este restaurante habrán platos que me dejarán una mejor impresión, pero por el momento, y básicamente rescatado por su excelente postre, no le daré a Jake's más de cuatro lenguas :P :P :P :P
hola! disculpe necesito recomendaciones de restaurantes para llevar a almorzar a una persona especial y que quede contenta con toda la comida! le encanta la comida XD
ResponderEliminarGracias!
sl lmagln0 q es una s0la vez la que a vlsltad0 jakes, en cambl0 y0 v0y p0r l0 men0s 3 veces a la semana y est0y encantad0, c0n la c0mlda ha y c0n el servlcl0, muy buen menu y bastante ampll0
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