Continuando con el tema mudéjar, visité recientemente el afamado restaurante La Mezquita. En mi trayecto a la zona 1, me pareció ver a Isabel de los Ángeles Ruano descargando su vejiga de pie en pleno centro cívico...y después de estacionarme en el sótano del Parque Gómez Carrillo, tomé la desdichada decisión de caminar por la 15 calle, en lugar de la 14, por lo que innecesariamente me expuse a todas las inconvenientes excrecencias de la esquina de la 15 calle y 6 avenida "A".
La Mezquita lo recibe a uno con el letrero en la puerta que dice "No aceptamos tarjetas de crédito, pero lo aceptamos a usted". Pues quien me acepta a mí, también debería aceptar mi credomatic, no?? En fin, al atravesar esa puerta se encuentra uno con ese local anómalo, atípico, entre kitsch y bohemio, donde ya nada es sorpresa.
La especialidad de la casa es la paella, pero yo me decidí por un bíblico plato de lentejas...también probé un no tan bíblico plato de callos, ambos precedidos por un plato de pulpo con tomate, cebolla y aceite de oliva.
Cuánto me gustaría vivir en el centro, y comer un día lentejas en La Mezquita, otro día pacayas envueltas en huevo de la Placita Quemada, y otro un plato de patitas a la vinagreta y frijoles volteados en el mercado central, y unos wantanes del Fu Lu Sho. Creo que la zona 1 rivaliza con la zona 4 en cuanto a lugares sórdidos y clandestinos, pero es mucho más benevolente con el peatón, y por supuesto, tiene mucha más historia, más orden y riqueza. Dichosa la autora del blog del centro histérico http://elcentrohisterico.blogspot.com/
Volviendo a mi plato de lentejas, estaba muy sabroso, con pedacitos de chorizo y costilla ahumada, pero tal vez ambos pasados de algo, no sé bien de qué, si de salitre, o de ahumado, o de tiempo, pero no tenían el gusto recio y fresco de otros. Tuve la mala suerte de que en ese mismo instante se estaba celebrando una especie de reunión política en el salón del fondo, donde unos 50 comensales acaparaban casi todo el servicio del lugar, lo que resultaba en retrasos demasiado largos y frecuentes para el resto de clientes.
La autenticidad del plato de callos era maravillosa, la panza estaba en un punto y de una calidad inmejorables, y la salsa era muy buena. Olvidaba decir que el bocadillo de cortesía es una violineta de francesotes con mantequilla, que combinaba muy bien con el pulpo recién salido de la lata, con un picadillo de cebolla y tomate, como para hacer un ceviche.
Lo más impresionante del lugar es la variedad de vinos. Creo que la carta de vinos es bastante más extensa que la de comida. Cuando decida usted ir a esta insigne fonda, por favor, ¡no camine por la 15 calle, camine por la 14! Calificación tres lenguas y media :P :P :P :p
Ya probo la sopita de ajo que hacen ahi? todavia la tienen en el menu?
ResponderEliminarA
Tiene que probar los callos a la madrileña en el restaurante Guyacan, en la calzada roosevelt. La salsa es de puro tomate asado.
ResponderEliminarHola, muchas gracias por las recomendaciones, espero probarlas pronto!
ResponderEliminarLo mejor es la paellla, sin duda. La puede acompañar con una torilla con chorizo (muy buena también) y claro, unas buenas copas de vino tinto. Felicidades por su blog, está muy interesante. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Antonio, cualquier recomendación de restaurantes para reseñar es bienvenida.
ResponderEliminarEn tu reseña de la mesquita te falto el detalle de que este restaurante es el distribuidor de los vinos de DO Rioja: Faustino VII, V y I y coto de imaz crianza, reserva y gran reserva. Y los vinos los vende a precios de distribuidor servidos en el restaurante. Por eso es normal a Españoles comiendo en el lugar. Lo malo es que no acepten tarjeta. La primera vez que fui me abrieron la puerta y no leí el rotulo y mi mujer me espero 1 hora en lo que emcontre in cajero.
ResponderEliminarQue memorias... allí fue donde perdí mi virginidad respecto a callos... jajaja, pero en ese entonces no me agradaron. Después de ésta crítica, me animaré a probarlos de nuevo...
ResponderEliminarHuegy Pay: efectivamente, la selección de vinos es sorprendentemente amplia. Ese es un campo donde todavía tengo mucho qué aprender.
ResponderEliminarBerganza: Mi virginidad respecto a los callos la perdí en el restaurante Las Palmas, que hace décadas que ya no existe!. Su consistencia gelatinosa y su aroma me parecen de lo más suculento. Además, dicen las abuelitas, es de mucho alimento!... más tarde me enteré que eso de "mucho alimento" era un eufemismo para "afrodisíaco", lo que estoy seguro es un mito, jajaja
Excelente comentario La Papila Gustativa. Comparto un 85 por ciento de él y como soy frecuente de La Mezquita me constan varias de sus evaluaciones. Yo nunca comería callos, no tomo vino, así que en esos detalles estoy fuera. En cuanto a la puntualización sobre Isabel de Los Ángeles me parece innecesaria, ruda y fuera de lugar. Que el Centro tiene sus lados sórdidos, vaya si no! En efecto, no se debe transitar sobre la 15, es atentatorio contra la salud. Muy buen blog, lo felicito.
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