domingo, 31 de enero de 2010

Un año de La Papila



De veras que el tiempo pasa rápido...y más cuando uno se divierte. Por 12 meses, me he pasado escribiendo sobre restaurantes en este universo de autopublicación llamado blogósfera, cumbre del narcisismo... bueno, después de "facebook", ese altar virtual que le hacemos descaradamente a nuestra foto.

De regalo de aniversario me propiné un par de platos del muy celebrado ganso húngaro: un hígado a la plancha con peras caramelizadas y una pierna rostizada.

La pierna del ganso estaba acompañada de col morada, puré de papas y una ensaladilla de arúgula. Su textura, aroma y sabor eran de mitología, pues parecía que habían cruzado a un pavo con un marrano: justo sobre la carne magra y deliciosamente fibrosa se encontraba una capa como de chicharrón, de superficie tostada sobre una semi gelatinosa capita de manteca. Una auténtica delicia.

Por su parte, el hígado de ganso es legendariamente exquisito. El que yo comí estaba acompañado de peras una sugestiva salsa de caramelo, lo que acentuaba dramáticamente el explosivo hígado. Digo explosivo por que la carne tierna de cada una de las rodajas era de una consistencia tal, que parecía tener por fuera una película que, al ser rasgada por los dientes, libera como en una pequeña explosión su delicado y aromático contenido.

Otras delicias de Hungría que pude probar fueron la morcilla con fuerte aroma a mejorana y el ubicuo goulasch.

Pero regresando al tema del blog, han pasado cosas memorables, como haber obtenido más de siete mil quinientos hits! Muchas gracias a todos los lectores!

Algunos de los restaurantes que reseñé ya no existen, la versión japonesa de Iron Chef ya no la dan más en el canal Sony, y me invitaron a publicar en la revista D de Prensa Libre. Un reconocido chef me propinó mi primer "fuck you" (véanlo, está en los comentarios de una de las reseñas), y mis seguidores son ya 33.

Creo que en este segundo año de la Papila haré algunos cambios. Por ejemplo, si mis columnas podrían ser más estructuradas, y la calificación debe ser un poco más informativa...pero no tengo prisa. Esto es lo maravilloso de la blogósfera: uno está allí cuando quiere y como quiere, a la vista de mil millones de personas ¿no es eso algo surrealista?


domingo, 24 de enero de 2010

Restaurante Nessun Dorma

Ubicado en la 2da avenida 13-37 zona 10, teléfono 26663159

En el antiguo local de Tre Fratelli en la 2da avenida de la zona 10 se encuentra este restaurante de comida italiana que ofrece un extenso e interesante menú, bajo un techo de fino machimbre, que imprime un carácter de convencional elegancia, adecuada para la también elegante comida.

Iba a decidirme por la selección de antipasti como entrada, pero los meseros me persuadieron de ordenar una grigliata de calamares y pulpo, ligeramente más costosa. La grigliata no estaba mal, las rodajas de pulpo y los calamares estaban salteados con un aroma a ajo inmejorablemente balanceado y complementado con una ensaladilla de radicchio. Sin embargo, los tentáculos de los pequeños calamares se tostaron al punto de quedar un poco amargos, pero no tanto como para estropear el plato. Eché un vistazo al bufé de antipasti, y creo que hubiera sido más interesante decidirme por él.

Los platos fuertes que probé fueron un lomito con salsa de queso gorgonzola y un pargo a la plancha. El lomito estuvo brutal. Con una salsa tersa, aromática, abundante, tres jugosos medallones de carne se hacían acompañar por tres esferas de espinacas. Un plato verdaderamente inspirado.

El pescado no estaba a esa misma altura, pero estaba bien, acompañado de vegetales tradicionales (brócoli, coliflor, zanahoria) en un inmejorable punto de cocimiento. Yo hubiera preferido el pescado un poco más crudo, pero eso tal vez lo tendré que confiar a cocinas que estén más al nivel del mar.

Mi bebida fue una sangría pasada de azúcar y mi postre, un flan de naranja. El flan es digno de una reflexión más detenida. Rodeado de un almíbar con aroma a naranja, el flan se presentaba en un color rosado pálido, con una superficie ligeramente burbujeada, y un gusto muy convincente. Resulta que esa textura burbujeada le daba al flan una clara superioridad frente a los homogéneos y más sólidos flanes de otros lugares.

Una nota más sobre la atmósfera de Nessum Dorma: por lo general, los buenos restaurantes no tienen esa sensación de gran escala y servicio masivo pero eficiente que típicamente tienen los steak houses. Nessun Dorma parece conciliar efectivamente estos dos elementos. A la vez que presenta un menú interesante y refinado, sus meseros, ambiente y decoración tienen la vivacidad, iniciativa y aparente superficialidad de un steak house. Con esto quiero decir que Nessun Dorma captura lo mejor de dos mundos: la complejidad de la buena comida, y el desenfado de un servicio de gran escala.

Lástima que un descontrol del fuego/tiempo desentonó mi pescado y mis clamares, y que la sangría se pasó de azúcar. De lo contrario, hubiera sido una experiencia perfecta. Calificación, cuatro lenguas y media :P :P :P :P :p

domingo, 10 de enero de 2010

Comida Callejera

¡Se acabó la década! Bueno, realmente se acaba el próximo 31 de diciembre 2010, pero como lo que hace falta es pretexto para celebrar como si fuera 1999, pues digamos que estamos celebrando 10 años después de Y2K.

Como muchos, yo me di a la libación y a los excesos amparados por la infinita misericordia de Santa Clós. Antes de retomar mi atención en los restaurantes de Guatemala, disfruté de los riesgos de la comida callejera de Europa Central, así que aquí van algunas muestras de lo que comí durante los helados fines de 2009.




Un buen trozo de pierna de cerdo (o alguna sección cercana a la pata) con repollo agrio (Sauerkraut) y papas con tocino, ¡suculento!


Un cannoli, tentación que tampoco pude resistir (me recuerda la famosa frase de Clemenza en "El Padrino", quien le dice a Rocco, después de haber baleado al pobre Poli: leave the gun, take the cannoli!)














Un hot dog de Leberkäsewurst. El hot dog no es más que una salchicha (muy buena por cierto) encamisada en una baguette perforada, al que no se le pone más que mostaza, y algo de ketchup si lo pide el cliente. Sinceramente, es bastante más nutritivo un Shuco.

Por último, un pan con moronga, (morcilla, pues): una rodaja de pan de centeno, untado con embutido a base de sangre (Blutwurst) y condimentado con cebolla y un poco de queso. Muy sabroso, pero no tanto como el platito de goulash que se ve al fondo.

Con las típicas temperaturas de invierno, estas comidas recias y vigorosas, junto con unos cuantos pocillos de Glühwein, me ayudaron a pasarla sin problemas de resfriados!