sábado, 19 de diciembre de 2009

Mini reviews

A pesar de que hay varios lugares que me interesa visitar y que me han recomendado, por cuestiones del destino me hallo con frecuencia comiendo en restaurantes que ya he visitado y reseñado. Aun así, al menos he pedido comida diferente para poder expresar mi opinión en mini reseñas, como sigue:

Me comí unos spaghetti integrales a la bolognesa en Tre Fratteli de Fontabella. La verdad, no tenía altas expectativas, pero me quedé muy agradablemente sorprendido con el aroma ahumado de la salsa y los sencillos pero geniales toques de tomate fresco picado y mantequilla.

En Chez Fabrice me comí un maravilloso tuna tartare con un toque de mantequilla fundida, una rama de berro, y una salsa creo que bernesa, con aroma a mostaza, y otro día me deleité con un cordero acompañado de ratatouille, realmente iba por el lenguado, pero ya no lo estaban sirviendo.

Me quedé maravillado con una sencilla, saludable, abundante, barata y deliciosa sopa de repollo en Dim Sum Tea House.

En Sushi Itto de Condado Concepción me dijeron en noviembre que ya no les llevaban robalo, por lo que al platillo tailandés que lleva crema de coco (no recuerdo cómo se llama...) ahora le ponen un par de camarones para compensar esa sentida ausencia (que viva el colesterol!)

En Alfredo's me comí, junto a otras tres personas, un postre que se llamaba algo así como "torre de bananos", que no creo que alguien pueda comérselo sólo después de un ossobucco o un fetuccine tan buenos que sirven ahí. El platillo es una combinación de espumilla, galleta, crema batida y bananos, muy impresionante.

Probé una versión de un pato pekinés en J.K. Ming, seguido de una panacotta de jengibre. La panacotta estaba tan buena como breve, con un caramelo aromatizado con cítricos, que complementaba muy bien el distintivo gusto del jengibre. El pato no mucho me convenció. No estaba mal, pero yo lo hubiera preferido con más aroma, además el pato era tal vez el más pequeño que me he comido, fue tal mi sorpresa que pregunté como niño desengañado: "es eso un pato ENTERO?"

A principios de noviembre quise escribir una opinión sobre el fiambre, pero me intoxiqué por avorazarme con los camarones, y como entenderán, perdí la inspiración!

Como estamos en plena época de excesos gastronómicos, volveré en enero, espero, con algunas opiniones sobre comida callejera. Mientras tanto, happy Festivus!!

viernes, 4 de diciembre de 2009

Restaurante Welten

Ubicado en la 4a calle oriente No. 21, teléfono 78320630

En una visita relámpago que hice a Antigua, por motivos de negocios, ya me había entrado la tarde sin poder almorzar más que dos manzanas. Finalizados mis asuntos, cuando iba saliendo ya de la ciudad vi parqueo libre justo enfrente de Welten, lo que no desaproveché para visitar este lugar que ha motivado tantas buenas opiniones por años.

A pesar de su altísima reputación y estratégica ubicación, nunca había puesto un pie en Welten, y al hacerlo, me sentí inmediatamente transportado. El detalle y cuidado en la decoración, el carácter del recinto, su atmósfera... no me viene a la mente otro calificativo que "perfecto lugar para el día de la madre" (seguro me va a llover penca por decir esto, ¡pero es mi sincera opinión!)

La soberana influencia mudéjar me dejó sumamente impresionado. Los azulejos pintados, los motivos geométricos, los muebles tallados en madera, de exquisito acabado... el mini minúsculo lavamanos del baño...y al fondo del local, una inexplicable, profunda y embellecida piscina. ¡Brutal!

Me senté en una mesa del bar, en una silla con brazos que me apretaba lo suficiente para decidirme a evitar el postre. Pedí el menú, que está escrito como el 6 alfabetos diferentes, lo que es consistente con el evocador nombre "Welten" (mundos). Creo que el menú tiene más variedad de idiomas que variedad de comida, pues de las opciones de pescado, todas eran de filete de dorado, en distintas presentaciones. Y así, unas cuantas variedades de pasta, otro poco de carne roja, otro tanto de pescado, y al voltear la página, me topo con que inicia la escritura arábiga.

Mi orden consistió en una ensalada israelí, un filete de pescado con salsa de hierbas, y un té de menta. La ensalada estaba muy bien hecha, con un fuerte queso de cabra, pepinos, y maravillosas aceitunas. El té me lo sirvieron en una jarrillita, acompañado de un recipiente con miel, muy original y práctico, era algo así como un candelero aplastado con un agujero en un extremo, en el cual reposaba un bolillo de madera para servir la miel. Encantador.

El filete de pescado es de los mejores que he probado. Como apuntaba antes, se trataba de filete de dorado, un pescado que me gusta mucho, pero que no es nada especial. Me lo sirvieron, sin embargo, con un corte genial. El filete no era la típica loncha de carne, sino tenía cortes de cuadrícula que hacían que se abriera, lo que permitía que parte de la superficie estuviera dorada, como caramelizada, mientras el centro permanecía jugoso y aromático. La salsa estaba compuesta a base de ajo, perejil y tomillo, con mantequilla y un fondo interesante y sabroso. De guarnición pedí aguacate, por aquello del colesterol bueno, saben... y me lo llevaron cortado en lascas, con una presentación llamativa. Por cierto, el pescado me lo sirvieron en un plato de vidrio con forma de pez luna, otro toque original.

Junto con la cuenta, me llevaron una cartulinita con la información del restaurante, y amarrada a ella un mini papagayo de barro artesanal. No recuerdo ningún lugar donde se esmeren tanto en proveer al comensal de una experiencia feliz y memorable. Calificación: cuatro lenguas y media :P :P :P :P :p

Restaurante La Mezquita

Ubicado en la 6 avenida "A" 14-68 zona 1, teléfono 22326541

Continuando con el tema mudéjar, visité recientemente el afamado restaurante La Mezquita. En mi trayecto a la zona 1, me pareció ver a Isabel de los Ángeles Ruano descargando su vejiga de pie en pleno centro cívico...y después de estacionarme en el sótano del Parque Gómez Carrillo, tomé la desdichada decisión de caminar por la 15 calle, en lugar de la 14, por lo que innecesariamente me expuse a todas las inconvenientes excrecencias de la esquina de la 15 calle y 6 avenida "A".

La Mezquita lo recibe a uno con el letrero en la puerta que dice "No aceptamos tarjetas de crédito, pero lo aceptamos a usted". Pues quien me acepta a mí, también debería aceptar mi credomatic, no?? En fin, al atravesar esa puerta se encuentra uno con ese local anómalo, atípico, entre kitsch y bohemio, donde ya nada es sorpresa.

La especialidad de la casa es la paella, pero yo me decidí por un bíblico plato de lentejas...también probé un no tan bíblico plato de callos, ambos precedidos por un plato de pulpo con tomate, cebolla y aceite de oliva.

Cuánto me gustaría vivir en el centro, y comer un día lentejas en La Mezquita, otro día pacayas envueltas en huevo de la Placita Quemada, y otro un plato de patitas a la vinagreta y frijoles volteados en el mercado central, y unos wantanes del Fu Lu Sho. Creo que la zona 1 rivaliza con la zona 4 en cuanto a lugares sórdidos y clandestinos, pero es mucho más benevolente con el peatón, y por supuesto, tiene mucha más historia, más orden y riqueza. Dichosa la autora del blog del centro histérico http://elcentrohisterico.blogspot.com/

Volviendo a mi plato de lentejas, estaba muy sabroso, con pedacitos de chorizo y costilla ahumada, pero tal vez ambos pasados de algo, no sé bien de qué, si de salitre, o de ahumado, o de tiempo, pero no tenían el gusto recio y fresco de otros. Tuve la mala suerte de que en ese mismo instante se estaba celebrando una especie de reunión política en el salón del fondo, donde unos 50 comensales acaparaban casi todo el servicio del lugar, lo que resultaba en retrasos demasiado largos y frecuentes para el resto de clientes.

La autenticidad del plato de callos era maravillosa, la panza estaba en un punto y de una calidad inmejorables, y la salsa era muy buena. Olvidaba decir que el bocadillo de cortesía es una violineta de francesotes con mantequilla, que combinaba muy bien con el pulpo recién salido de la lata, con un picadillo de cebolla y tomate, como para hacer un ceviche.

Lo más impresionante del lugar es la variedad de vinos. Creo que la carta de vinos es bastante más extensa que la de comida. Cuando decida usted ir a esta insigne fonda, por favor, ¡no camine por la 15 calle, camine por la 14! Calificación tres lenguas y media :P :P :P :p