sábado, 31 de enero de 2009

Restaurante Los Ranchos

14 calle y 1ra avenida zona 10, a un costado del hotel Camino Real.

Un concepto estético un poco menos elaborado que otros steak houses para evocar un rancho vaquero, pero agradable y bien dispuesto. Con un balcón en el segundo piso desde donde se aprecian las infaltables camionetonas polarizadas de los comensales de lugares de carne asada.

Trasciende las cajoneras guarniciones de papa y mazorca usando gallo pinto y plátanos fritos. Otras guarniciones como vigorón, queso frito, yuca, le dan carácter y originalidad que distingue este lugar de otros lugares donde sirven carne asada. Lo dulce de los plátanos fritos y el frijol combinado con arroz son una fórmula caribeña muy acogedora, para mí mucho más interesante que la descuidada papa en papel de aluminio o el simplón elote hervido.

Los cortes de carne me parecen interesantes y más variados que los de la competencia. Tienen de esos platos llamados "samplers" con un bocado de varios platos. Ese toque realmente me persuade.

No sé si todavía sirven las mojarras enteras. Un día pedí una y aparte de tomar demasiado tiempo, no tenía evidencia de ningún cuidado especial, no más que harina y muuucho aceite, seguramente no estaba lo suficientemente fresca para prepararla de otra manera más que frita cual wantan en aceite requemado.

En general, una buena experiencia, con mejor variedad que su competencia (¡y a mayor precio también!). Calificación: Cuatro lenguas y media. :P :P :P :P :p

Restaurante Hacienda Real

Localizado en Condado Concepción, carretera a El Salvador.

Esta es la clase de lugar que me hace sentir el dueño de las vacas. Una construcción y decoración rústicas pero a la vez lujosa, con cueros, madera, velas, piedra, muy bien concebida. El lugar es un atractivo para personas con guardaespaldas, lo que me hace sentir como un millonario ranchero, rodeado de camionetonas de doble tracción con gente armada.

El servicio es excelente. Consomé de cortesía como lo manda la tradición de los lugares de carne asada.

En cuanto a la comida, no se ganan un premio a la creatividad, pero no por ello es mala. Los típicos cortes de puyazo y lomito son jugosos y aromáticos. El chuletón me resultó seco y algo soso. El ceviche mixto creo que abusa del calamar para ahorrar costo, pero es bueno. El ceviche de concha también se siente fresco y bien preparado. El ceviche de pescado no me convenció en cuanto a frescura.

El menú se especializa en carnes y los antojitos (frijoles, guacamol, chirmol, embutidos) y un pescado y algunos mariscos, pero prácticamente todo a la parrilla, es decir, sin mucha ciencia culinaria de por medio. Las guarniciones son una papa en papel de aluminio y una mazorca de maíz.

Ciertos días hay un trío de cuerdas que entretiene a los comensales.

Un negocio muy exitoso, y buen lugar para las muchas personas que gustan de la parrilla. ¿Así, por qué preocuparse por el arte?

Calificación: Cuatro lenguas :P :P :P :P

viernes, 30 de enero de 2009

Restaurante Tre Fratelli

Un restaurante con mucho atractivo para jóvenes. Cuenta con un menú variado, basado en comida italiana, por supuesto. Frecuento el que está en Condado Concepción en carretera a El Salvador.

La piña colada y el té frío son sobresalientes. Sus desayunos son también muy buenos. Los huevos benedictinos son los mejores que he probado. El pan con mantequilla y jalea que son de cortesía en el desayuno ejercen un encanto sobre mí. Aunque nada espectacular, la mantequilla comercial, y la jalea sin atribuciones extraterrestres (aunque probablemente hecha en casa), combinadas con el pan blanco ligeramente tostado me resultan en una experiencia deliciosa.

Tal vez será la textura del pan, combinado con la espesa dulzura de las fresas con sus pequeñas semillas que raspan con ligereza mi paladar, y el aroma lácteo de la mantequilla, que evocan el lugar seguro y cálido del seno materno...¡espero no haberme puesto muy freudiano con esto! El asunto es que los desayunos son ricos.

Los platos fuertes por alguna razón no me cautivan. El pan, aceite y queso de cortesía son un buen toque. La Bistecca Fiorentina me resultó totalmente deslucida, nada que ver con el T bone de 1lb que le sirven a uno en Florencia. El risotto es decente. Las ensaladas también, sobre todo la que tiene nueces caramelizadas, pero a mi juicio, hacer una buena ensalada no es ningún gran mérito.

El servicio es muy bueno, incluso tienen de esos aparatos electrónicos que permiten desde su mesa llamar al mesero, pedir la cuenta y otro par de opciones más que en este momento no recuerdo...pero ahora que lo pienso, ¿qué más se puede pedir?

He llegado a la conclusión de que Tre Fratelli no está concebido para que la protagonista sea la comida, sino la compañía. Con precios más accesibles que en otros lugares, un esfuerzo serio para variar el menú y ofrecer platos bajos en calorías, unos platos fuertes que no distraen mucho de una conversación animada, más los televisores de pantalla plana (inaceptable para un gourmet) dejan muy claro que el restaurante no es tanto sobre la comida, sino sobre la familia, los amigos y las parejas.

Por una combinación que resulta en un esfuerzo exitoso de agradar al cliente, pero sin éxito en hacer de la comida la protagonista de la velada, le otorgo la calificación de tres lenguas y media :P :P :P :p

jueves, 29 de enero de 2009

Restaurante Alfredo di Roma

Ubicado en la Avenida la Reforma y 6a calle z 10, edificio Guayacán

Uno de mis restaurantes favoritos. El servicio es bueno, con meseros y meseras atentos y con un conocimiento decente del menú. Un lugar agradable, aunque las fotos de celebridades no resultan muy inspiradoras, sino más bien tienen un aire de comedor familiar que contrasta con el lujo del resto del lugar.

El maestossíssime fettuccine Alfredo es un opiáceo total. Un plato extremadamente sencillo, pero con finos ingredientes que me hacen segregar serotonina sólo de ver como lo preparan al lado de la mesa. Me gusta pedirlo sin más, no carne, no mariscos, pues más ingredientes resulta para mí en un desbalance innecesario. Este plato evidencia indiscutiblemente que la salsa Alfredo ¡¡NO LLEVA CREMA!!

Las chuletas de cordero las preparan muy bien, sin sobrecocerlas. Otras pastas que he probado pecan de cremosas, pero están deliciosamente condimentadas. El risotto con aceite de trufas es de los mayores pecadores en este sentido y sin tan buen condimento como el penne con salmón, por ejemplo. El pan de cortesía, bruschettas y aceitunas resultan convenientes en estos tiempos de crisis, y el pan, además tiene la virtud de absorber la crema y por lo tanto, absolver el pecado de algunos platos.

No me he aventurado mucho con los postres, de vez en cuando la conciencia me traiciona cuando me enfrento al azúcar. Disculparán que no pueda recordar el nombre de ese postre que consiste en una especie de panes rellenos de helado. Allí lo sirven, o lo servían... no me dejó, como ven, una memorable impresión. También he probado los canelones de caramelo con queso. Quebradizos y hostiles, los canelones distaron mucho de lo que me esperaba, ¿saben cuáles? los típicos cannoli, con esos con los que Constanzia Corleone envenena a don Altobello en El Padrino III.

No olvide sellar el ticket de parqueo, de lo contrario le puede salir más cara la factura del estacionamiento que la factura del restaurante, lo que es muuucho decir.

Calificación: Cuatro lenguas y media :P :P :P :P :p

El Rincón de Alex Tapas Bar

Ubicado en la 8va avenida 14-95 zona 10. Tel 2363-1223 y fax 2363-0467

Reconozco que cometí un error. Pensé que como en otros restaurantes de tapas, me podía esperar que una elección más o menos al azar fuera la fórmula para una agradable sorpresa.

Por ello, como comensal escogiendo del menú Dim Sum, tomé la lista de tapas y sin informarme o pensar mucho en mi elección, escogí tres: una de pescado y dos de embutidos. Mi primera sorpresa fue la presentación. Cada una de las rebanadas de embutido tenía ensartado un palillo, lo que hubiera resultado muy útil si hubiera estado acompañado por cuatro personas más y una botella de venado. Pero como era yo solo en el restaurante, como turista perdido buscando qué comer, más que útil me resultó un recordatorio de nunca ir solo a un bar de tapas.

Del servicio no me puedo quejar. Total no había nadie compitiendo por atención.

El pescado estaba empanizado, tierno por dentro, muy agradable y acompañado de una salsa que me recordó a mi vecina: con algo de atractiva e interesante, pero en general una pesada.

En atención a la cantidad de manteca, los embutidos y el pescado que me sirvieron deberían tener una advertencia para no ser ingeridos por personas con problemas cardíacos. Si lo hacen con la vitapirena, lo deberían hacer con estas tapas también.

El gusto de los embutidos no estaba mal. Si no lo disfruté mucho fue en parte mi culpa: quién me manda a pedir comida de bolo.

Calificación: Tres lenguas :P :P :P

¿dónde está la crítica? - Artículo de Introducción


De niño no recuerdo que la oferta de restaurantes en Guatemala fuera notable. Estaba el Petit Suisse sobre la avenida de la Reforma, el Palacio Royal que anunciaban en Cuestión de Minutos (decano de la prensa televisiva en Centroamérica, el lado amable de las noticias y un largo etcétera), el Nim Guaa (todos dejaron de existir antes del siglo XXI), Tambasco, Automariscos, Costa Brava...y deja de contar...

¡Momento! el Celeste Imperio...¡no se me puede pasar! Las cafeterías chinas, el Formosa y el Fu Lu Sho incluídos, no cuentan...pues muy tradicionales, exóticas y deliciosas podrán ser, pero disculparán que haya borrado toda memoria de alguna comida acompañada por un litro de cerveza Cabro...y ¿la comida rápida? Bueno, no perdamos el tiempo de ustedes ni el mío en eso.

Volviendo a los que valen la pena, poco a poco fueron apareciendo otros restaurantes, como el Parador, los Antojitos, los MultiRestaurantes (cómo no se les había ocurrido antes) en la Plaza Vivar, que claro, entran en la categoría de comida rápida, pero los menciono por su novedad en aquellos tiempos.

Cual tráfico en la carretera a El Salvador, los restaurantes notables fueron multiplicándose exponencialmente conforme fue terminando el siglo XX, y al final de la primera década del siglo XXI YA ES HORA DE HACER ALGO AL RESPECTO. Bueno, dicen que van a ampliar la carretera a Pinula, lo que es un avance.

¡Pero hay que hacer algo al respecto de los restaurantes también! Es tiempo de diferenciar los buenos de los malos, el trigo de la cizaña y el sebo de la manteca. Como en Guate lo matan a uno por cualquier cosa, ya sea baleado por un restaruanteur vengativo o por la grasa saturada de unas tapas de chorizo, criticaré los restaurantes de Guatemala ¡o moriré en el intento!